I. EL CONTEXTO DE LA DESAPARICIÓN EN MÉXICO Y EL
SURGIMIENTO DE MUJERES BUSCADORAS
Este trabajo integra la experiencia de una madre, que ha pasado a convertirse en una
importante activista para búsqueda en campo de personas desaparecidas en el país,
Tranquilina Hernández “Lina”, quien busca a su hija Mireya desaparecida en 2014. Este
artículo es el fruto del proceso de acompañamiento psicosocial en el estado de Morelos por 6
años en el marco del contexto del colectivo que fundó “Familias Resilientes Buscando a
Nuestros Corazones Desaparecidos”.
Conviene precisar como en los últimos años, las madres de personas desaparecidas se
han convertido en la conciencia social de la desaparición en el país. México ha sido escenario
de una de las crisis más graves de violaciones a los derechos humanos, la desaparición de
personas. Durante el periodo del año de 1964 al 22 de mayo del 20231 se han contabilizado
110 mil 855 denuncias por desaparición a nivel nacional2 (SEGOB, 2023); problemática que
la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2022) la define como “una tragedia
desgarradora […] que muestra la impunidad que se vive diariamente”. Además, muestra una
cifra del alcance que ha tenido la desaparición en México y se ha expuesto la ineficiencia de
un sistema de justicia, en el que invisibiliza que existe una historia rota, un proyecto de vida
trunco y una familia destrozada que les busca.
A su vez, Hernández y Robledo (2020) mencionan que las mujeres que buscan a sus
familiares, son víctima
De madre a buscadora. Narrativas de la búsqueda de una hija aparecida en México
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